Cristóbal Palma y Miguel Pérez
31 de Diciembre de 2020
Publicado en Antropologías del Sur
La presencia creciente de migrantes en las ciudades chilenas ha traído consigo el aumento sostenido del número familias extranjeras residiendo en “campamentos” (asentamientos autoconstruidos). De manera similar a las perspectivas clásicas sobre la autoconstrucción su habitar en campamentos ha sido entendido principalmente como un “problema social” ya que agudizaría procesos de marginalización y exclusión social. Basado en una investigación etnográfica realizada en el campamento Nueva Esperanza de Colina en el presente artículo afirmamos que más que como un problema los migrantes conciben el campamento y la autoconstrucción de viviendas como una alternativa que les permite responder a tres aspectos de su vida cotidiana: 1) necesidades habitacionales 2) aspiraciones de permanencia en el país de destino y 3) deseos de imaginar formas distintas de integración urbana y social. Concluimos que un análisis antropológico del habitar migrante en campamentos nos permite explorar la agencia la capacidad de creación y los reclamos espaciales de estos sujetos.